Blog del párroco
TERCER DOMINGO DE CUARESMA (27 de marzo) 
sábado, marzo 26, 2011, 10:00 AM - Comentarios a las Lecturas
TERCER DOMINGO DE CUARESMA (27 de marzo)
1ª Lectura. Éxodo 17, 3-7. Danos agua para beber.
Salmo 94. Escucharemos tu voz, Señor.
2ª Lectura. Romanos 5, 1-2. 5-8. El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado.
Evangelio. Juan 4, 5-42. Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.
El ciclo A que estamos celebrando, tiene un especial carácter bautismal: la Samaritana, el ciego de nacimiento y Lázaro, serán los personajes que se encontrarán con Jesús y a quienes se les revelará como agua viva, luz del mundo y resurrección y vida, tres catequesis que recibían los candidatos a recibir el bautismo la noche de pascua.
Hoy la primera lectura nos habla de pueblo de Israel que critica contra Dios por la sequedad del desierto. A través de Moisés Dios les hizo brotar agua de la roca en Meribá. Después de este don vinieron muchos más, sobre todo el de la ley y la alianza en el Sinaí, expresión del amor de Dios que les hacía posible la vida. Pablo en la segunda lectura habla del amor de Dios, “derramado” sobre el corazón de los creyentes, creando en nosotros un corazón nuevo.
El evangelio nos traslada junto al pozo de Jacob, ante Jesús y con la Samaritana. Es un relato largo y precioso donde encontramos a Jesús que prepara el encuentro con la mujer, como hace con tantas personas sedientas de sentido y de vida y que inicia el encuentro y el diálogo con su “dame de beber”. El quiere que tomemos conciencia de nuestra sed y de nuestros vacíos para que lleguemos a pedirle a El agua viva y nos transforme, haciendo que brote en nuestro interior un verdadero manantial de vida que pueda enriquecer y transformar a muchos mas.
Da un poco de miedo situarse ante el Señor, por lo que con claridad nos puede pedir y por eso somos maestros en jugar al despiste y en mirar hacia otra dirección: “¿dónde hay que darte culto, en Jerusalén o Garizin”? Jesús tiene un corazón muy universal. Dios no se cierra a lugares ni tradiciones. “En Espíritu y verdad”: en cualquier lugar del mundo, junto a cualquier ser humano, desde su mismo Espíritu de amor, sencillez y opción por los pequeños, con autenticidad de vida y como coherencia. El culto está en el reconocimiento de la grandeza de Dios, en la valoración de todo lo que recibimos de Él y, como consecuencia, en reproducir en nosotros su estilo, valores y opciones.
La Samaritana quedó admirada porque el Señor llegó a lo mas honde de su vida y de su historia y no la recriminó. Abandonó el cántaro de su vida anterior y se convirtió en mensajera del Evangelio, en testigo de Jesús entre los suyos.
Y Jesús se quedó entre los samaritanos después del encuentro con aquella mujer. ¡Qué provocación! La libertad de Jesús nos permite el que su salvación llegue a todos.
Hoy, conscientes de nuestras pobrezas, somos nosotros quienes pedimos a Jesús “dame de beber”. Hay que sentarse ante El, en el silencio de la oración; hay que pararse ante El, más allá de los agobios de cada día, para ser conscientes de la propia sed, de la necesidad profunda que tenemos de dejarnos purificar por El y de beber del agua viva de su Palabra, para sentirnos personas nuevas. Necesitamos beber del agua que El nos da para que no se agote en nuestro interior el manantial de agua viva que brota hasta la vida eterna.





Comentarios