Blog del párroco
FUNERAL POR D. FELICIANO EN LA PARROQUIA DEL REMEDIO (22 de septiembre) 
sábado, septiembre 24, 2011, 11:23 AM - Otros
FUNERAL POR D. FELICIANO MUÑOZ AGUAR. (22 de septiembre)

El jueves 22 de septiembre, a las veinte horas, al mes justo de su fallecimiento, nos reuníamos en el templo de Ntra. Sra. del Remedio, para celebrar la misa funeral por D. Feliciano.
El hecho de que falleciera en agosto, cuando muchos feligreses se encontraban fuera de la parroquia, hizo que al regreso de vacaciones se fueran enterando de la triste noticia y nos preguntaban si se celebraría algún funeral, para poder expresar juntos nuestro cariño y agradecimiento a tan entrañable sacerdote. La oración personal y los sufragios, se podían ofrecer desde el primer momento.

Pensamos en el 22 de septiembre, para dar tiempo a que la mayoría volviera de vacaciones.

Nos comunicó el Sr. Arzobispo que vendría a presidirlo, porque le gusta estar cerca de los sacerdotes en vida, enfermedad y muerte, y en el fallecimiento, se encontraba en Madrid participando en las JMJ. También se hicieron presentes, el Sr. Vicario Episcopal de la zona, sacerdotes amigos y compañeros de la residencia y de la Prelatura del Opus Dei, además de los sacerdotes de la parroquia y de D. Vicente González, quien coincidió unos años, de trabajo compartido y amistad, con D. Feliciano en la parroquia.

Se unió a nosotros un grupo numeroso de familiares: dos de sus hermanas, sobrinos, conocidos muy cercanos de otras parroquias a las que sirvió…y un nutrido grupo de feligreses del Remedio que queríamos mucho a D. Feliciano y que necesitábamos estar juntos, en torno a nuestro Obispo para rezar, agradecer, celebrar…el regalo que ha sido D. Feliciano para la Iglesia y para todos nosotros.

En las lecturas resonaba la palabra de Dios, por boca del apóstol Pablo: “Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ninguno muere para sí mismo…en la vida y en la muerte, somos del Señor”; en el Evangelio, Jesús le da gracias al Padre, porque las cosas importantes las ha enseñada a la gente sencilla “ si, Padre, así te ha parecido mejor”; Y, amorosamente nos invita a ir y descansar en él cuando la vida nos agobia y la enfermedad nos limita. El salmo rezaba “el Señor es mi pastor…en verdes praderas me hace reposar…” ¡Cuánta paz y cuanto consuelo encontramos en la palabra de Dios!

La celebración fue sencilla, pero se notaba el cariño y se respiraba gratitud y esperanza. Todos los momentos de la vida no son iguales. Esta tarde era una tarde especial. El cariño nos movía a estar juntos, rezar, recordar, celebrar, agradecer, interceder. Todos nos sentimos especialmente cerca, porque el amor, une.

La misión sacerdotal debe ser valorada y al sacerdote hay que respetarlo, colaborar y rezar por él. Es una pobreza grande vivir un cristianismo individualista y anónimo, sin vivir la pertenencia a una comunidad cristiana; sin darse a conocer, por comodidad y miedo al compromiso; sin hacer tuya, como de tu propia familia, la vida de tu comunidad parroquial. ¡Qué imposible resulta leer el libro de los Hechos de los Apóstoles y sentirse Iglesia de Cristo, expresión de su Cuerpo –El es la Cabeza y el Corazón- , cuando se vive de espaldas a las ilusiones, sufrimientos, trabajos…de tus hermanos”.

Gracias a todos los que compartimos esta Eucaristía.

En la lápida de la sepultura, su familia quiere poner una frase del evangelio de San Juan que D. Feliciano en determinados momentos les repetía; “Que no tiemple vuestro corazón”. Confianza, firmeza, invitación a seguir adelante. También han querido que todos estuviéramos presentes, y entre los que no le olvidan estamos “ sus familiares y todos los que le hemos querido”. Gracias. Así es, así sea.

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