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DOMINGO 3º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo A (26-1-2014) 
sábado, enero 25, 2014, 01:21 PM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 3º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo A (26-1-2014)

1ª Lectura. Isaías 9, 1-4. En la Galilea de los gentiles el pueblo vio una luz grande.

Salmo 26. El Señor es mi luz y mi salvación

2ª Lectura. 1ª a Corintios 4, 10-13. 17. Poneos de acuerdo y no andéis divididos.

Evangelio. Mateo 4 12-23. Vino a Cafarnaún para que se cumpliese lo que había dicho el profeta Isaías.

El pasaje del evangelio de hoy está formado por cuatro escenas de la vida y actividad del Señor.

La primera es el traslado de Jesús de Nazaret a Cafarnaún, en Galilea, donde comenzó su predicación y misión.

Se enteró de la prisión y posterior ejecución de Juan el Bautista y quiso llenar inmediatamente el hueco que él había dejado. Para un creyente es urgente tomar la antorcha que dejan los que nos han precedido en la evangelización, en la catequesis, en el ejercicio de la caridad, en el trabajo por la construcción del Reino de Dios, en el testimonio de Cristo. A nosotros nos ha llegado el Evangelio, porque otros nos lo han trasmitido. Hoy vemos que corre peligro el que se rompa la cadena en la trasmisión de la fe, porque nos falta conciencia y sentido de misión.

Cristo no inicia su misión en lugares donde la palabra de Dios se acoge de manera fácil, sino en la “Galilea de los gentiles”, en las “periferias” de todo tipo, geográficas y existenciales, que dice el Papa Francisco. Jesús, como nos dice Isaías, viene a ser esa “luz grande” prometida al pueblo que camina en profundas y múltiples tinieblas; Jesús viene a todas las personas que necesitan dar sentido a sus vidas y encontrar fuerza en el amor de Dios para afrontar la lucha del día a día.

La segunda escena es el anuncio de su mensaje: “Convertíos porque está cerca el Reino de los cielos”.

Se trata de la necesaria llamada a detenernos y reflexionar, para ver espiritualmente donde estamos. Nuestra vida puede estar muy ocupada y entretenida, pero perdida, desorientada…Incluso podemos tener una dirección y estar equivocados. Podemos justificarnos a nosotros mismos con algunos actos de bondad o generosidad que nos tranquilizan, pero el Señor nos pide más, nos llama a configurarnos con Él, a que vivamos los valores que él predica, para que tengamos la experiencia de que su Reino ya ha comenzado en nosotros, ya somos de su Reino. Ya somos levadura y sal de la tierra.

Entre estos valores está el vivir con un solo corazón, el estar unidos, evitar discordias, como nos dice Pablo en la segunda lectura. La verdadera unidad y comunión se da en Cristo, cuando por fidelidad a Él, nos encontramos en Él.

La tercera escena es la llamada de Jesús a los primeros discípulos para que haya trabajadores del Reino. Quien se convierte, acoge el Reino en su vida y lo trasmite: la respuesta a Jesús es conversión y misión. Ser como Cristo y hacer nuestra su tarea, su causa. El cristiano acoge y trasmite con pasión y con amor. El amor, la alegría, el interés y empeño…son el “envoltorio” del mensaje en una apasionante evangelización. “Nuevo ardor”, decía el beato Juan Pablo II; con verdadera convicción.

La cuarta escena es la respuesta de los discípulos. Es inmediata y lo dejan todo. La llamada es de Dios y por tanto, es pura gracia. No es una obligación ni una carga, es una distinción y un privilegio.

La prontitud de la respuesta indica saber la importancia de quien nos llama, el mismo Dios, y la urgencia del mensaje que se nos encomienda. Nos llama, quien por amor entregó su vida. La importancia del mensaje está en que nos trae luz, verdad y salvación. No se puede ser cristiano y estar des implicado en la causa de la Iglesia, vivir la fe como una carga, cumpliendo mínimos, y no ser conscientes del bien que hacemos cuando la trasmitimos.

Y hay que dejarlo todo, para que se vea con nitidez la grandeza del mensaje y la pureza de intención de quien lo trasmite. No hay más interés que servir al Señor y a los hermanos.

Y en el Evangelio vemos que Jesús sigue predicando y llamando. Y así llega a nosotros y cuenta con nosotros.

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