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EXALTACION DE LA SANTA CRUZ. 14-9-2014 
viernes, septiembre 12, 2014, 08:29 AM - Comentarios a las Lecturas
EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ. 14-9-2014.

1ª Lectura. Números 21,4-9. Los mordidos quedarán sanos al mirarla
Salmo77. No olvidéis las acciones del Señor.

2ª Lectura. Filipenses 2, 6-11. Se despojó de su rango, por eso Dios lo levantó sobre todo.

Evangelio.Juan 3,13-17. Tiene que ser elevado en Hijo del Hombre.

Este año prevalece en la liturgia del domingo la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, fiesta que se celebra en Jerusalén en el siglo V y cuya devoción ha sido muy extendida en la Iglesia: las cruces de término, de distintos materiales nobles, grandes, artísticas… Las cruces de mayo cubiertas de flores… en plazas y lugares importantes. Han presidido edificios públicos, domicilios, especialmente las habitaciones, mesas de trabajo, sepulturas. Hemos hecho y hacemos la señal de la cruz al comenzar algo importante, pasar por delante de una Iglesia…porque es, nada menos que, la señal del cristiano, donde murió nuestro Señor Jesucristo. La celebración de la Eucaristía y los sacramentos están llenos de su presencia porque en ellos acontece Cristo. Y para los cristianos, la cruz es in signo de amor infinito, de vida, de resurrección.

Los hebreos dijeron a Moisés, cuando vieron su vida tan amenazada y rodeada de peligros en el desierto: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto?. Muchas veces escuchamos la queja de que este mundo no vale la pena porque hay muchos momentos, ocasiones y situaciones de dolor y sufrimiento.”¿vale la pena vivir así?. Moisés les enseñó a mirar hacia lo alto para poder encontrar sentido y curación.

La carta a Filipenses, escrita desde el dolor de la prisión, nos da el sentido del “rebajarse y despojarse”, por obediencia y desde el amor. Por eso Dios lo “levantó sobre todo y le dio un nombre sobre todo nombre”.

La cruz para el cristiano no es instrumento de castigo ni situación de desgracia y fracaso. Es una situación por la que podemos pasar, porque tenemos una naturaleza frágil y limitada y porque vivimos en un mundo en el que hay mucho odio, violencias, intereses…pecados. Para nosotros mirar la cruz nos hace comprender que no estamos solos en el dolor y que la cruz no es el punto final de la vida. En ella vemos hasta dónde puede llegar el amor: el Padre da a su Hijo y al Espírito, Cristo por obediencia y con una gran humildad, sin regatear sufrimientos, lo da todo. El Espíritu, nos es entregado para concluir la obra de Cristo. No se puede amar más. La contemplación de la cruz nos hace sentirnos amados y acompañados. Sabemos que el fracaso no está en la muerte, sino en el desamor.

Pero la cruz del Señor también nos ayuda a ver y a reaccionar ante tantas cruces, siempre injustas e inhumanas, que aplastan la vida del ser humano. Y a luchar contra esas situaciones. Abrazar la cruz, es asumir las propias dificultades con energía, no resignarnos. La cruz del Señor es el grito humano y divino más potente contra el injusto sufrimiento humano y es el reto de los cristianos para luchar contra él.

No podemos dejar de “mirar el árbol de la Cruz”, ni de ser sensibles a todos sufrimiento humano, para que se convierta en el “el árbol de la vida” cuyo fruto es Jesucristo.

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