DOMINGO 5ª DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo B. 8-2-2014. Manos Unidas. Campaña contra el Hambre
sábado, febrero 7, 2015, 10:37 AM -
Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 5º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo B. 8-2-2015. Día de Manos Unidas. Campaña contra el Hambre.
1ª Lectura. Job 7, 1-4.6-7. Mis días se consumen sin esperanza.
Salmo 146. El Señor sana los corazones destrozados.
1ª Corintios 9, 16-119. 22-23. ¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!
Marcos 1, 29-39. Le llevaron todos los enfermos y endemoniados.
El evangelio nos presenta una jornada del Señor: están unidos la oración y la acción; la palabra y el milagro.
Según Marcos, Jesús comenzaba su jornada levantándose de madrugada y haciendo oración en soledad. Los discípulos al principio no le entienden, les parece incluso que pierde el tiempo, porque es mucha la gente que le busca y hay que atenderles.
Los discípulos no saben que Jesús necesita estar unido al Padre por la oración, para conocer su voluntad, recibir su fuerza, interceder por el mundo. La oración es el corazón y la vida del Señor que le permite estar en comunión con el Padre. Luego se dedicará a curar y a evangelizar, sin descanso, queriendo llegar a todos.
En casa de Simón y Andrés, sin considerar que fuera sábado, curó a la suegra de Simón. Para Jesús lo importante es “sanar” a las personas, curar los cuerpos, las almas, los sentimientos, salvar.
Son preciosos los gestos de Jesús con la enferma: “se acercó”, “la tomó de la mano” y “la levantó”. Jesús siempre tiene la iniciativa, hace suyo el sufrimiento del otro sin miedo de contagios y le devuelve la dignidad, la pone de pie. Aquella mujer, inmediatamente se puso a servirles. Había conocido y comprendido al Maestro. Quienes somos discípulos del Señor nos debemos dejar curar por él y como consecuencia, servir al más necesitado y acoger con verdadero amor.
El relato continua diciendo algo muy importante: “al ponerse el sol llevaban a Jesús toda clase de enfermos…él les curaba. Las esperanzas de los que sufren estaban puestas en la puerta de aquella cas en la que estaba Jesús. ¿Quién busca a Jesús en nuestras casas e iglesias, los que sufren?; ¿cómo les acogemos, sanando?. A la casa del Señor hay que acudir buscando salvación. ¡Qué triste tener las puertas vacías y que los que vengan no busquen a nadie, como si Jesús no estuviera. Si Jesús está en nuestra casa, la gente que sufre vendrá a agolparse a nuestras puertas. No defraudemos a quien espera nuestra ayuda.
Hoy es el día de Manos Unidas, la Campaña contra el Hambre en el mundo. Es la Campaña 56 y este año el lema es: “Luchamos contra la pobreza, ¿te apuntas? Está pintado un fino lápiz con goma de borrar en un extremo que ya ha borrado un poco de la palabra “pobreza”. Toda acción en la verdadera dirección suma esfuerzos.
Son muchas las formas de pobreza en el mundo. El cristiano debe tener una sensibilidad especial para verlas y reaccionar eficazmente desde sus medios y situación personal.
Manos Unidas acoge los proyectos que le presentan, prioriza las necesidades, ayuda, acompaña, revisa; los proyectos siempre son de los pobres, así evita personalismos y protagonismos, que tanto mal hacen en el ejercicio de la caridad. Manos Unidas a todos nos hace un gran bien, porque es el instrumento, el cauce de participación que necesitamos para compartir con nuestros hermanos y estar presentes en su proyecto de liberar y dignificar a las personas.
Este año el proyecto de todas las parroquias de Valencia es construir un colegio en una zona muy empobrecida de Congo. Lo haremos con ellos entre todos.
Como nos recuerda incansablemente el papa, queremos trabajar en un modelo de sociedad que no excluya a los débiles a los más empobrecidos o a los menos dotados. Que el Señor aumente nuestra generosidad, porque sin justicia, no hay caridad.