miércoles, abril 4, 2012, 10:46 AM - Comentarios a las Lecturas
VIERNES SANTO. Celebración de la pasión del Señor.(6 de abril 2012)Hoy el centro de la celebración es la Cruz del Señor, y por el camino de la Cruz entramos en la Pascua. Es una celebración en la que es muy importante el silencio para contemplar e interiorizar, la escucha de la Palabra de Dios, la meditación y la oración.
La entrada a la celebración se hace en silencio. El altar está desnudo. La oración colecta nos introduce en el misterio pascual: “Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas; santifica a tus hijos y protégelos siempre, pues Jesucristo, tu Hijo, en favor nuestro instituyó por medio de su sangre el misterio pascual. Por Jesucristo nuestro Señor”.
Celebración de la Palabra
1ª Lectura. Isaías 52,13 -53,12. El fue traspasado por nuestras rebeliones (cuarto cántico del Siervo del Señor). El Siervo acepta un designio divino de sufrimiento y lo sufre en silencio; pero su sacrificio no es inútil porque ha hecho posible el perdón y la salvación de los culpables. El sacrificio le conduce a la gloria.
Salmo 30. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
2ª Lectura. Hebreos 4, 14-16; 5,7-9. Experimentó la obediencia y se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen. Cristo es presentado como sumo sacerdote y digno de fe, el mejor mediador porque es grande su misericordia. Se entregó a través del sufrimiento y convirtió su sacrificio en verdadera ofrenda salvadora.
Pasión de Ntro. Sr. Jesucristo según San Juan. 18,1 -19,42.
Es la hora de la glorificación. En la pasión y en la cruz se manifiesta el señorío, la grandeza, la gloria de Jesús. Jesús es Rey, lo dice el título de la cruz, y desde ella reina. Es sacerdote y templo, con su túnica inconsútil. Es el nuevo Adán, junto a su madre, la mujer, la nueva Eva. Es el hombre, el hijo de María. El creyente sediento de Dios, “Dios mío, Dios mío…”.Es la fuente del Espíritu. Es el Cordero sacrificado a quien no romperán un hueso. Es el Redentor del hombre que atrae hacia él todas las miradas.
María está presente en el calvario, junto a la cruz del Señor. Ha estado cerca de Él en toda la misión y pasión del Señor; ahora se abre a nueva misión. “Mujer, ahí tienes a tu Hijo”. Junto al árbol de la vida, la nueva Mujer, María, es instrumento de salvación, para reparar las consecuencias del primer pecado, cometido junto al árbol del paraíso, por la primera mujer, Eva. Además, María es propuesta como modelo de vida cristiana: “hijo, ahí tienes a tu Madre”. Para ser discípulo de Jesús hay que tener a María como madre y modelo de vida cristiana. La maternidad de María alcanza a todos los hombres que redime su Hijo.
Un momento especialmente solemne del relato es cuando el soldado traspase el costado del Señor:”al punto salió sangre y agua”, la sangre de la redención, el agua de la salvación; bautismo y eucaristía; la vida y el Espíritu, naciendo una nueva creación.
La oración universal es hoy más universal que nunca; queremos que la redención de Jesús llegue a todos los hombres.
La adoración de la cruz. “Mirad el árbol de la cruz, donde estuvo clavada la salvación del mundo, venid a adorarlo”. La cruz es signo de salvación y esperanza. Es como la antena de la vida que señala con sus cuatro brazos las dimensiones del universo. En Cristo todo se concentra y reconcilia, el cielo y la tierra, el oriente y el occidente. Los cristianos, en la cruz, adoramos el amor infinito de Dios, la entrega salvadora de Jesucristo. “Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza, jamás el bosque dio mejor tributo, en hoja, en flor y en fruto”. En la Cruz del Señor está presente todo el dolor y el sufrimiento del mundo.
La comunión con las sagradas formas consagradas el Jueves Santo y reservadas en el monumento. Hoy la Iglesia no consagra. Contempla, medita, agradece, comulga.
La despedida también se hace en silencio. La Iglesia acompaña a María junto al sepulcro y espera que se cumpla la promesa de Jesús que celebraremos con alegría en la Vigilia Pascual.
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