Blog del párroco
DOMINGO 12º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo B. 21-6-2015 
sábado, junio 20, 2015, 08:30 AM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 12º DEL TIEMPO ORDINARIO. 21-6-2015. Ciclo B

1ª Lectura: Job 38, 1,8-11. Aquí se romperá la arrogancia de sus olas

Salmo 106: Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.

2ª Lectura: 2ª Corintios 5, 14-17. Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.

Evangelio: Marcos 4, 35-40. ¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!

Muchas veces nos encontramos viviendo situaciones difíciles, por el ambiente sociopolítico, por pobreza, enfermedades, situaciones personales o familiares…que nos hacen vivir con miedo, inseguridad, abandono personal…y llegamos a decir: Señor ¿Dónde estás?

Job experimenta el mal en su propia piel y se lo recrimina a Dios. ¡Cuántas veces atribuimos al Señor las culpas que solamente son nuestras! El sigue cargando con nuestras debilidades. No debemos olvidar que Dios es el autor de la creación y todo está le está sometido.

En el evangelio contemplamos que el Señor invita a los discípulos a adentrarse en el mar de Galilea subidos en aquella frágil barca. Se presentan dificultades: la tormenta, Jesús dormido, sus riesgos y miedos… Ellos urgen al Señor y Él les increpa su poca fe.

Esta esquemática descripción se convierte en parábola de nuestra propia historia personal. Vivimos entre peligros y situaciones amenazantes que no controlamos: miedo al mundo, a la vida, incluso a las posibilidades de nosotros mismos. Otros miedos proceden de la fragilidad de la barca en comparación con las fuerzas del mundo. La iglesia está expuesta a persecuciones, incomprensiones, ataques permanentes…y nosotros solamente tenemos seguridad cuando no hay dificultades o parece que todo lo tenemos controlado. Y sobre todo, el gran peligro está en la falta de fe.

El Señor navega con nosotros, le importamos y está pendiente de nosotros. Nunca está dormido, muchas veces en silencio, y siempre cerca y nos invita a no abandonar, a remar mar a dentro.

Los momentos difíciles nos ciegan, nos desaniman y hunden, pero nunca debemos abandonar temerariamente la barca (se nos tragaría el mar) y confiar más en el Señor.

Los cristianos tenemos la ayuda de Dios, el calor de la comunidad, de la Iglesia que nos arropa y acompaña, y la eficaz cercanía de los hermanos, que comprenden nuestra situación porque ellos también la viven.

En la oración personal encontramos luz para comprender y fuerza para seguir remando confiando en el poder de Dios que tiene autoridad para calmar todas las tormentas. Su ejemplo nos recuerda que la confianza no nos libra de pasar por dolores y sufrimientos, que en la barca no vamos solos y que hay que seguir hacia adelante, aunque el esfuerzo sea grande, porque el Señor está comprometido con la causa del hombre.

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DOMINGO 11º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo B. 14-06-2015 
viernes, junio 12, 2015, 08:22 AM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 11º DEL TIEMPO ORDINARIO. Ciclo B. 14-06-2015

1ª Lectura. Ezequiel 17, 22-24. Ensalzo los árboles humildes.
Salmo 91. Es bueno dar gracias al Señor

2ª Lectura. 2 Corintios 5, 6-10. En destierro o en patria nos esforzamos en agradar al Señor.

Evangelio. Marcos 4, 26-34. Era la semilla más pequeña pero se hace más alta que las demás.

Estamos acabando las actividades de curso, pero la vida cristiana no hace vacaciones. Hoy San Marcos nos propone dos parábolas muy cortas. La primera es exclusiva de este evangelista: el sembrador que siembra, se marcha…y la semilla va haciendo su camino. Solemos creer que la eficacia, la cosecha, depende de nuestro esfuerzo y trabajo. La semilla, el tiempo, la tierra…son de Dios. Hay, por parte de Dios, una acción sencilla, silenciosa, permanente…que hace que la semilla se desarrolle adecuadamente y llegue a dar su fruto. A veces colaboramos con nuestras obras en el plan de Dios, otras veces, Él lo realiza a pesar nuestro: lo que no debemos ser es un obstáculo.

La segunda parábola del reino que nos propone es la del grano de mostaza. A Dios le gusta lo pequeño, luego él puede obrar maravillas.

Son dos parábolas que nos enseñan a gustar lo pequeño, a no cansarnos de trabajar, aunque sea en cosas aparentemente insignificantes, a valorar, como nos enseña San Pablo, el trabajo de los demás (“yo planté, Apolo regó…”), a confiar en la energía que está dentro de las obras buenas y de la Palabra de Dios, a no cansarnos ni impacientarnos, a confiar en el Señor.

La mejor siembra es el testimonio de la vida. Luego hay que rezar y dar tiempo, y esperar en la acción del Señor que es quien tiene más interés. Todo lo que se siembra con amor y sencillez, si es bueno, dará su fruto.

El evangelio nos dice que el Señor les explicaba todo en privado. Nosotros también necesitamos tiempos y espacios de oración para que el Señor “nos explique en privado”, nos ilumine y nos haga ver.

Da mucha paz saber que la eficacia viene de Él y que ha querido contar con nuestra pobre colaboración. Miramos el mundo y la historia con esperanza, porque en medio de tanto ruido y tanta sombre, la palabra, la construcción del Reino, sigue haciendo su camino.

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SOLEMNIDAD DEL CUERPO Y DE LA SANGRE DE CRISTO. Ciclo B. 7-6-2015 
sábado, junio 6, 2015, 11:23 AM - Comentarios a las Lecturas
CUERPO Y SANGRE DE CRISTO. Ciclo B. 7-6-2015

1ª Lectura. Éxodo 24, 3-8. Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros.

Salmo 115. Alzaré la copa de la salvación, invocando tu nombre.

2ª Lectura. Hebreos 9, 11-15. La sangre de Cristo podrá purificar nuestra conciencia.

Evangelio. Marcos 14, 12-16. 22-26.Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre.

La Eucaristía es el gran tesoro de la Iglesia. El día de Jueves Santo, celebramos su institución, recibimos el don que es Cristo mismo: “Esto es mi cuerpo que se entrega…esta es mi sangre que se derrama por vosotros”. Cristo nos da su Persona y su vida entera.

Hoy, el día de Corpus, la Iglesia acoge, cree, adora, anuncia el don que es Cristo: “Cantemos al amor de los amores…Dios está aquí.”

La Iglesia, desde el principio, ha celebrado, ha vivido y se ha expresada en la Eucaristía. El Señor nos mandó: “Haced esto en memoria mía…” y lo hemos hecho, en guerra y en paz, en todos los lugares, en todas las circunstancias.

Y hemos comulgado con él. Y nos hemos reunido en su nombre y él ha estado en medio de nosotros. Y hemos anunciado y proclamado su muerte y su resurrección. Y hemos aprendido a ver el hambre de nuestros hermanos y hemos necesitado compartir con ellos. Y hemos recibido fuerza para vivir, para trabajar, para compartir, para amar. Y en la eucaristía hemos encontrado alimento para el camino y signo-prenda del cielo. La Eucaristía ha sido y es nuestra vida.

Hemos adorado, nos hemos sentido consolados, hemos recuperado fuerza y vida, hemos experimentado el amor y la paz.
Este año los textos nos hablan de la alianza; de la que hizo Dios con Israel por la mediación de Moisés y que fue sellada con sangre de animales. De la que hizo a través de Cristo y que fue sellada con su entrega amorosa en la Cruz. De la “nueva y eterna que renovamos y actualizamos en cada eucaristía”.

Las antiguas alianzas se sellaban con sangre, indicando la comunión de vida que había entre las dos partes. En la Eucaristía hay comunión de vida entre Dios y nosotros, por iniciativa de Dios, con compromiso de fidelidad eterna, entendiendo el amor como una entrega total.

La Eucaristía hace y expresa a la Iglesia. La Eucaristía hace y configura a cada cristiano. En ella tenemos a Cristo en su Persona y en su vida, en la Palabra, en la comunidad. Al Padre a quien nos dirigimos, al Espíritu quien nos congrega y transforma. Por la Eucaristía entramos en la vida de la Trinidad.

Hoy el evangelio dedica mucho espacio a la preparación de la cena eucarística. Debemos cuidar la preparación personal para participar y la preparación de la celebración para hacerlo con dignidad. Evitar la rutina, la inconsciencia, el reducirla a devoción o profanarla cuando la transformamos en acto social. Llenarla de contenido mediante nuestra configuración con Cristo y nuestra entrega real a los pobres.

El día de Corpus, un acto central es la procesión. La Iglesia “custodia” a Cristo como su mejor tesoro. Lo muestra al mundo. Camina como familia y pueblo en torno a Él. Lo adora. Se extasía ante la contemplación de un amor tan grande.
Que nuestras personas sean fieles custodias que trasluzcan a Cristo a través de nuestra vida y de nuestras obras. Necesitamos mucho sagrario, mucha adoración humilde y mucha entrega servicial a la Iglesia y a los pobres.
Así sea.

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SANTISIMA TRINIDAD. Cico B. 31-05-2015 
viernes, mayo 29, 2015, 11:40 PM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO DE LA SANTISIMA TRINIDAD. Ciclo B. 31-05-2015

1ª Lectura. Deuteronomio 4, 32-34. 39-40. El Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí en la tierra.

Salmo 32. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor.

2ª Lectura. De San Pablo a los Romanos. 8, 14-17. Habéis recibido un espíritu de hijos que os hace gratar:”Abba”

Evangelio. Mateo 28, 16-20. Bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy celebramos el misterio total de Dios, la Santísima Trinidad: Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios es comunión de Personas que desde el principio, a través de sus obras, se nos ha ido revelando con infinito amor.

La Eucaristía que celebramos comienza y termina “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”; cada plegaria eucarística es una acción de gracias dirigida al Padre por Cristo en el Espíritu; nos bendicen o absuelven en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Nuestra vida está inmersa en la Trinidad.

Dios es comunión de amor, relación y entrega por amor. Cada cristiano, cuando desde la fe y la obediencia a la Palabra le responde, entra en esta vida divina, en una comunión íntima con Él.
Somos imagen y semejanza suya. Comunión, entendimiento relación, escucha…comunidad por amor. Y Relación.

El Padre crea con Cristo y ely entrega Espíritu, para nosotros, con abundancia y variedad. Y cuenta con nosotros para cuidar y mejorar la creación que la tenemos que compartir. ¡Qué importante es todo lo que nos educa en la sostenibilidad del planeta para que los bienes lleguen a todos y los trasmitamos a las generaciones futuras. Cristo, la segunda Persona de la Trinidad se comprometió con nosotros para elevar nuestra condición humana y se entregó hasta la Muerte en Cruz; así nos rescató del pecado. El Espíritu nos enseñó, nos acompañó, nos acarició…Dios se hizo intimo y cariñoso…nos divinizó.

Hoy es el día de los religiosos contemplativos. Su palabra es el silencio, su oración la entrega permanente de sus vidas. Inmersas en el amor, son antenas que deben generar amor. Hacen presente la gratuidad, la grandeza de Dios y la necesidad de entrega. Al vivir desprendidas de todo lo materia son signos de la vida futura

La actitud del cristiano es la adoración y entrega. Ante los hermanos, servicio comprometido.

No perdamos es sentido de lo sagrado. Dios nos quiere llevar a su sitio, no juguemos y le rebajemos a él.

Hagamos muchas veces, bien hecha, la señal de la cruz, en nosotros y en los niños.



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SOLEMNIDAD DE LA ASCENSION DEL SEÑOR.Ciclo B. 17-05-2015 
sábado, mayo 16, 2015, 06:03 AM - Comentarios a las Lecturas
FIESTA DE LA ASCENCION DEL SEÑOR. Ciclo B. 17-05-2015.

1ª Lectura. Hechos de los Apóstoles 1, 1-11. Vosotros recibiréis fuerza para ser mis testigos.

Salmo 46: Dios asciende entre aclamaciones.

2ªn Lectura. Efesios 1,17-23. Que Dios Padre es de Espíritu de sabiduría y revelación para que comprendáis la misión que os espera y la esperanza a la que os llama.

Evangelio. Marcos 16,15-20. Id al mundo entero a proclamar el en evangelio. Yo estaré con vosotros.

Cuando recitamos el credo cada domingo decimos:”y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre y su reino no tendrá fin”

La Ascensión es un día de gozo, porque el Señor, cumplida su misión en el mundo vuelve junto al Padre a la gloria que le corresponde, es “Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”. Su misión ha sido difícil, entregada, siempre entre los pobres de la tierra, comprometido con ellos, actuando por amor, con verdad y en obediencia al plan del Padre.

Con los apóstoles estaría despidiendo al Señor, María, testigo de su padecimiento y de su gloria, Fiel e identificada totalmente con la misión del Señor. Hemos tenido con Cristo, el cielo con nosotros; ahora lo deseamos como meta, sabemos hacia donde nos dirigimos.

San Marcos le da a la Ascensión un carácter misionero: “Id al mundo entero a proclamar el evangelio”. Después de Cristo la Iglesia no puede vivir sumida en la nostalgia necesaria de no tenerle físicamente, sino la alegría de seguir con su mismo estilo, su misma misión, sus acciones con sus prioridades.

Tenemos al Espíritu Santo, es el tiempo de los cristianos, de la Iglesia, el mundo es nuestro campo de acción.

El papa Francisco nos recuerda continuamente la amplitud de nuestra tarea: hay muchas personas y muchas comunidades muy maltratadas, en peligros, viviendo en la suma pobreza. Conocemos la amplitud de la misión dirigida a la atención de toda la persona y de todos los pueblos. Misión compleja y complicada, pero apasionante porque está implicado el Espíritu y nosotros como miembros: “No estáis solos, os enviaré mi espíritu”.

Necesitamos el discernimiento que da la oración para hacer la voluntad de Dios. Necesitamos fortaleza y valor, que brotan del amor de Dios y de la cercanía a los hermanos. Sentido de Iglesia y de comunidad, para no caer en personalismos y en desánimos que produce la soledad y la dificultad de la acción.

“Galileos, no es quedéis parados mirando al cielo, el Señor, como lo habéis visto partir, volverá a recoger la cosecha de todo lo que ha sembrado”. No nos quedemos al margen de las pasiones de nuestros hermanos.

La misión de la iglesia es ser Cristo, salvar al hombre, con mirada sobrenatural. Ciudadanos del cielo y trabajadores en el mundo.
Pedimos en la oración colecta: “Concédenos, Dios todo poderoso, exultar de gozo y darte gracias en esta liturgia de alabanza, porque la Ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y donde nos ha precedido él que es nuestra cabeza, esperamos también llegar nosotros como miembros de su cuerpo.”

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