Blog del párroco
COMIENZO DE LA SEGUNDA ETAPA DEL IDR EN LA PARROQUIA, EN LA EUCARISTÍA DEL 5-10 A LAS 20'00 H. 
miércoles, octubre 5, 2011, 11:02 AM - Otros
COMIENZA LA SEGUNDA ETAPA DEL ITINERARIO DIOCESANO DE RENOVACIÓN

El martes, día 4 de octubre, a las 20’00 horas, en la parroquia de Santo Tomás Apóstol de Valencia, el Sr. Arzobispo presentaba el material de la segunda etapa del IDR a sacerdotes y animadores de la Vicaría 1.

En la parroquia, el miércoles 5 a las 20’00 horas, en la misa del 2º día del triduo de preparación a la fiesta de la Titular, comenzaremos juntos esta etapa del camino diocesano. El tema general es:”El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, el misterio de la Encarnación, acontecimiento de plenitud anunciado y preparado por Dios para llevar adelante la nueva creación, la redención del hombre y del mundo.

En esta etapa distinguiremos dos tiempos: el tiempo de las promesas(creación, creación del hombre, Abraham, Moisés, David y los anuncios proféticos de Cristo), y el tiempo del cumplimiento (María, el nacimiento de Jesús, los magos…y nosotros). Es una nueva oportunidad que nos da Dios para encontrarnos con él a través de su palabra.

En la historia de la salvación Dios va mostrando su rostro progresivamente y vamos contemplando las respuestas de personajes que conocemos y que nos van ayudando a comprender nuestras propias respuestas personales.

El itinerario nos aporta muchas cosas positivas: es un camino que el Sr. Arzobispo nos invita seguir, y lo recorremos; lo hacemos en comunión, desde la parroquia, con un grupo de cristianos; a la luz de unos textos de la palabra; comprendemos que es un camino ya recorrido por otros creyentes, cuyo testimonio proyecta luz en nuestras vidas, y que nos ayuda a comprendernos para ver nuestras respuestas ante las nuevas situaciones; también nos ayuda a hacer oración.

Somos peregrinos de la fe. El peregrinaje siempre supone un esfuerzo dirigido a una meta: la fidelidad cristiana, el conocimiento del rostro de Dios. Todo lo desconocido nos preocupa y, si nos supone algún sacrificio, experimentamos la tentación del abandono, encontrando razones justificadas. Ánimo con ilusión. A Invitar a otros que se unan a nosotros, porque el cristiano tiene que vivir la fe con fuerza, seguridad y alegría.

Este curso esperamos que los jóvenes, que vivieron ese tiempo especial de gracia en agosto en las JMJ junto al papa, vibren de ganas de crecer en formación, profunda espiritualidad y compromiso firme de vida cristiana, para salir de estas situaciones de “tomo y dejo” que entretienen, paro que no suponen ningún progreso real en nuestra vida cristiana.

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NTRA. SRA. DEL REMEDIO, TITULAR DE LA PARROQUIA (7 de octubre) 
martes, octubre 4, 2011, 11:13 AM - Otros
NTRA. SRA. DEL REMEDIO, TITULAR DE LA PARROQUIA (7 de octubre 2011)

El próximo viernes, día siete de octubre, celebraremos la fiesta de Ntra. Titular, Santa María del Remedio, precedida del triduo de preparación.

Celebrar a María es una fiesta y tenerla como Titular, un privilegio.
Ella da nombre a nuestra comunidad cristiana; ella es nuestro modelo y referente para seguir a Jesucristo. Ella nos da a Cristo, el fruto bendito de su vientre, el verdadero Remedio de nuestras tristezas y necesidades; ella nos confía como tarea que llevemos alivio y remedio a los más necesitados.

De María se dice “eres remedio de nuestras penas, tienes de gracia las manos llenas”. En algunos gozos populares se canta: “del Remedio con razón, todo el mundo os apellida, a vos, Madre de la Vida, vida, alivio y redención, por vos en la encarnación, logramos la libertad”. Por la desobediencia de Eva fuimos hechos esclavos. María, con su obediencia y fidelidad nos hace libres. María nos dio a Jesucristo, nos lo indica y nos los muestra, y con el ejemplo de su vida, nos enseña a vivir fielmente unidos a Él.

El Señor desde la cruz, cuando dirigiéndose a Juan dice: “Hijo, ahí tienes a tu madre”, nos está diciendo a los cristianos que para llegar a Él hay que sentirse hijos de María y que ella es quien mejor nos enseñará a ser discípulos. La imitación de María es camino para vivir en plenitud nuestra condición humana, porque nadie como ella ha vivido el evangelio.

María es un ejemplo de vivir entregada olvidándose de sí misma. Ella ganó su vida porque primero la perdió.
La vida de María es un camino de libertad: austera, no vivió para la codicia y el lujo del consumo ni las esclavitudes de las falsas necesidades y adicciones; pobre, no tuvo barreras para acercarse a todos, ni respetos humanos que le impidieran ser quien era, ni hacer lo que procedía en cada momento; no vivió la angustia ni la ansiedad del miedo al futuro, porque su vida estaba puesta en las manos de Dios; no sufrió la soledad, porque vivió el silencio desde la oración como presencia; no experimentó ninguna crisis en sus relaciones familiares, porque en la familia que creó había dos principios: ser fieles a Dios y volcarse con el más pequeño y necesitado, el niño amenazado o el hijo incomprendido, perseguido y ejecutado; cercana a los demás en el sufrimiento, no se le endureció el corazón, sino que fue cada día más capaz de repartir misericordia y más constante en la perseverancia hasta el final; amó a su hijo, a Él y a su proyecto de Reino lo entregó todo, confió y esperó plenamente, por encima de toda esperanza humana; vivió desde la humildad como peregrina y emigrante, sin detenerse ni pararse ni cansarse, porque solo el amor le daba fuerzas y mantenía viva su confianza.

Verificó ante Isabel las palabras de Gabriel, no porque dudara de Dios, sino para cerciorarse de que la anunciación no había sido una ilusión personal. Dio gracias a Dios con entusiasmo en el magníficat, no porque Dios la distinguiera con privilegios, sino porque miraba y levantaba a los pobres y a los humildes. Vivió con gozo y paz el nacimiento de Jesús, porque tenía claro quién era el verdadero protagonista. Siempre estuvo junto a Jesús como discípula. Pero junto a la cruz, “estaba” como Madre y sigue eternamente estando junto a la cruz de todos sus hijos que sufren. Con vocación de madre, asumió el encargo de su Hijo al pie de la cruz y eternamente sigue entregándose y remediando desde el cielo a todos los hombres.

Amemos, confiemos e imitemos a la Virgen. No hay mayor orgullo para un hijo que parecerse a su madre, ni mayor satisfacción de la madre que ver el cariño y el respeto que se tienen sus hijos, los hermanos, y que guardan en su corazón y cumplen con su vida, todas las enseñanzas recibidas.

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DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO (2 de octubre) 
domingo, octubre 2, 2011, 12:01 AM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 27º DEL TIEMPO ORDINARIO (2 de octubre)

1ª Lectura. Isaías 5, 1-7. La viña del Señor de los Ejércitos es la casa de Israel
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Salmo 79. La viña del Señor es la casa de Israel.

2ª Lectura. Filipenses 4, 6-9. El Dios de la paz estará con vosotros.

Evangelio. Mateo 21, 33-43.

El canto de amor a la viña del profeta Isaías nos habla del amor no correspondido, lleno de detalles y delicadezas, de Dios a Israel.

Dios lo hizo todo por su pueblo: de no ser nada, lo encumbró, por pura gracia, a pueblo elegido. Israel, ni valoró, ni agradeció, ni correspondió a todo lo que había recibido de Dios. Es una triste historia, que por desgracia se repite muchas veces: lo que recibimos gratuitamente, por falta de correspondencia, podemos ponerlo en peligro y perderlo.

En el evangelio, Jesús, dirigiéndose a lo más selecto de Israel, les cuenta la parábola de la viña, interpretando la historia de salvación del pueblo y, con una mirada de futuro, anunciando lo que será su propio destino: terminarán matando al Hijo. “Qué hará el dueño de la viña con aquellos labradores?”.

De Israel, la historia se amplía y traslada a la Iglesia.

Aparece el drama de la ingratitud y ceguera del hijo que está en la casa del padre, del jornalero que quiere suplantar cruelmente al dueño. La pereza injusta de quien recibe y no arriesga y corresponde con los frutos oportunos. La maldad del hombre crea un dilema doloroso en el corazón de Dios. Son los malos jornaleros, no el dueño de la viña, quienes dan su propio veredicto: “hará morir de mala muerte…y arrendará la viña a otros que le entreguen su fruto a su tiempo”. Jesús dirá “el Reino se entregará a un pueblo que produzca sus frutos”.
No dar frutos y no acoger a los enviados del Señor, en el tiempo oportuno. No corresponder a la gracia. La misericordia de Dios no nos libera de nuestras responsabilidades.
La segunda lectura nos habla de los frutos que debemos dar: la paz de Dios custodiará nuestros corazones y procuraremos vivir entregándonos a todo lo que es “verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable…” Dios no nos pide que seamos héroes sino personas de virtud, que vivimos lo que aprendemos de Jesucristo, y que respondemos a los retos de cada día desde la palabra de Dios. Sin esfuerzo y compromiso de vida cristiana se convierte en sentimiento y palabrería.
El cristiano consciente disfruta de su sentido de pertenencia a la Iglesia, agradece todo lo que recibe desde la lucidez de la oración, y vive con responsabilidad, sentido, fortaleza…todas las exigencias que se plantean en el día a día. Trabajar para el padre y desde el padre es el mayor honor para un hijo, quien es realmente bueno cuando está dispuesto a recorrer su mismo destino.





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DOMINGO 26º DEL TIEMPO ORDINARIO (25 de septiembre) 
sábado, septiembre 24, 2011, 04:20 PM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 26º DEL TIEMPO ORDINARIO (25 de septiembre)

1ª Lectura. Ezequiel 18, 25-28.Cuando el malvado se convierta de su maldad salvará su vida.

Salmo 24.Recuerda, Señor, que tu misericordia es eterna.

2ª Lectura. Filipenses 2, 1-11. Tened entre vosotros los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús, la unidad y el amor fraterno, buscando siempre el bien de los demás.

Evangelio. Mateo 21, 28-32. Los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios.

Es cristiano quien se compromete con Jesucristo con su vida y le quiere imitar y seguir en todo. Y esto, no de palabra, con propósitos…sino con obras y de verdad.

Las palabras del evangelio hoy son muy claras. El Señor comprende que dudemos, nos cueste…pero espera que finalmente vayamos a trabajar a su viña. No comprende que nos quedemos solamente en buenas palabras, que no salgamos de nosotros mismos y que nuestra vida no cambie desde el evangelio.

Los publicanos y las prostitutas no conocieron a Dios en la primera hora de sus vidas, pero cuando se encontraron con él, experimentaron un amor tan grande, que lo dejaron todo y vivieron desde Jesús y su evangelio. Tenemos muchos ejemplos: Zaqueo, la Samaritana, María Magdalena, Nicodemo…al sentirse mirados y queridos por Jesús, cambiaron y vivieron la experiencia de perdón de Dios. A otros, como al joven rico, les costó dejar, quisieron vivir simultáneamente dos amores y equiparar a Dios con otros bienes menores. No se puede servir a Dios y a otros señores. Los fariseos se entretuvieron demasiado en sus propios razonamientos, se creyeron justificados con sus doctrinas y devociones, y fueron incapaces de cambiar el corazón y empezar una nueva vida según Jesucristo.

Este pasaje nos dice que cualquier hora puede ser la de Dios: siempre hay tiempo para echarse en los brazos de Dios. También nos alerta del peligro de juzgar y descalificar a los demás; nosotros no sabemos de sus luchas y de su entrega. Pero, sobre todo, nos pone ante Dios y ante nosotros mismos, para que no nos entretengamos con nuestras teorías y razonamientos, sino que pasemos a la verdad de la vida. Miremos el ejemplo de Cristo, la Verdadera Palabra del Padre: por amor, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo llegando hasta la muerte de cruz.

Cambiar el corazón y la vida. Dejar de lado la palabrería inútil. Evitar la autosuficiencia de juzgar a los demás. Tener el valor, la libertad y el amor de llegar a la entrega. Eso es lo que hizo Jesucristo y lo que espera de los que le seguimos. Que el Señor nos ayude a vivir la alegría de una entrega auténtica para invitar a otros hermanos, que han podido perder la ilusión y la esperanza, a encontrarse con Jesucristo.

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FUNERAL POR D. FELICIANO EN LA PARROQUIA DEL REMEDIO (22 de septiembre) 
sábado, septiembre 24, 2011, 11:23 AM - Otros
FUNERAL POR D. FELICIANO MUÑOZ AGUAR. (22 de septiembre)

El jueves 22 de septiembre, a las veinte horas, al mes justo de su fallecimiento, nos reuníamos en el templo de Ntra. Sra. del Remedio, para celebrar la misa funeral por D. Feliciano.
El hecho de que falleciera en agosto, cuando muchos feligreses se encontraban fuera de la parroquia, hizo que al regreso de vacaciones se fueran enterando de la triste noticia y nos preguntaban si se celebraría algún funeral, para poder expresar juntos nuestro cariño y agradecimiento a tan entrañable sacerdote. La oración personal y los sufragios, se podían ofrecer desde el primer momento.

Pensamos en el 22 de septiembre, para dar tiempo a que la mayoría volviera de vacaciones.

Nos comunicó el Sr. Arzobispo que vendría a presidirlo, porque le gusta estar cerca de los sacerdotes en vida, enfermedad y muerte, y en el fallecimiento, se encontraba en Madrid participando en las JMJ. También se hicieron presentes, el Sr. Vicario Episcopal de la zona, sacerdotes amigos y compañeros de la residencia y de la Prelatura del Opus Dei, además de los sacerdotes de la parroquia y de D. Vicente González, quien coincidió unos años, de trabajo compartido y amistad, con D. Feliciano en la parroquia.

Se unió a nosotros un grupo numeroso de familiares: dos de sus hermanas, sobrinos, conocidos muy cercanos de otras parroquias a las que sirvió…y un nutrido grupo de feligreses del Remedio que queríamos mucho a D. Feliciano y que necesitábamos estar juntos, en torno a nuestro Obispo para rezar, agradecer, celebrar…el regalo que ha sido D. Feliciano para la Iglesia y para todos nosotros.

En las lecturas resonaba la palabra de Dios, por boca del apóstol Pablo: “Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ninguno muere para sí mismo…en la vida y en la muerte, somos del Señor”; en el Evangelio, Jesús le da gracias al Padre, porque las cosas importantes las ha enseñada a la gente sencilla “ si, Padre, así te ha parecido mejor”; Y, amorosamente nos invita a ir y descansar en él cuando la vida nos agobia y la enfermedad nos limita. El salmo rezaba “el Señor es mi pastor…en verdes praderas me hace reposar…” ¡Cuánta paz y cuanto consuelo encontramos en la palabra de Dios!

La celebración fue sencilla, pero se notaba el cariño y se respiraba gratitud y esperanza. Todos los momentos de la vida no son iguales. Esta tarde era una tarde especial. El cariño nos movía a estar juntos, rezar, recordar, celebrar, agradecer, interceder. Todos nos sentimos especialmente cerca, porque el amor, une.

La misión sacerdotal debe ser valorada y al sacerdote hay que respetarlo, colaborar y rezar por él. Es una pobreza grande vivir un cristianismo individualista y anónimo, sin vivir la pertenencia a una comunidad cristiana; sin darse a conocer, por comodidad y miedo al compromiso; sin hacer tuya, como de tu propia familia, la vida de tu comunidad parroquial. ¡Qué imposible resulta leer el libro de los Hechos de los Apóstoles y sentirse Iglesia de Cristo, expresión de su Cuerpo –El es la Cabeza y el Corazón- , cuando se vive de espaldas a las ilusiones, sufrimientos, trabajos…de tus hermanos”.

Gracias a todos los que compartimos esta Eucaristía.

En la lápida de la sepultura, su familia quiere poner una frase del evangelio de San Juan que D. Feliciano en determinados momentos les repetía; “Que no tiemple vuestro corazón”. Confianza, firmeza, invitación a seguir adelante. También han querido que todos estuviéramos presentes, y entre los que no le olvidan estamos “ sus familiares y todos los que le hemos querido”. Gracias. Así es, así sea.

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