viernes, diciembre 12, 2014, 05:17 PM - Comentarios a las Lecturas
DOMINGO 3º DE ADVIENTO. Ciclo B. 14-12-2014.1ª Lectura. Isaías 61,1-2ª.10-11. Desbordo de gozo con el Señor.
Salmo. Se alegra mi espíritu en Dios mi salvador.
2ª Lectura. 1ª Tesalonicenses 5, 16-24. Que todo vuestro ser, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche, hasta la parusía del Señor.
Evangelio. Juan 1, 6-8.19-28. En medio de vosotros hay uno que no conocéis.
“Estad alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca”. Domingo de la alegría ante la proximidad de la Navidad, fiesta de gozo y salvación. El motivo de nuestra alegría está en la certeza de que el Señor, siempre está cerca, siempre llega para hacerlo todo nuevo. Dios es la razón de nuestra alegría. Sin él, vacío y sin sentido.
En la primera lectura Isaías nos predice la misión del Mesías: enviarnos para ser buena noticia para los desorientados y medicina para los que sufren; para liberar y proclamar gracia y salvación. Y esto es lo que nos hace desbordar de gozo, el que el Señor cuente con nosotros y esté tan comprometido en que habrá salvación para los pueblos.
Pablo en la segunda lectura nos invita también a la alegría, y el camino es perseverar en la oración y acción de gracias y profundizar en el discernimiento, para elegir acertadamente lo más acorde con la voluntad de Dios. Solamente así, nos guardaremos siempre de toda maldad.
El evangelio nos presenta a Juan, testigo de la luz y voz de la Palabra. El tiene la humildad de quien prepara el camino, permanece en un lugar discreto y desaparece cuando ha cumplido su misión.
No es fácil mantener la alegría en tiempos tan difíciles e inciertos. Ni tampoco, en tareas que entrañan tanta entrega y sacrificio como la evangelización. Pero la causa está en saber que la salvación viene de Dios, y no depende de nuestra eficacia n i de nuestros aciertos. Tampoco es fácil ser profeta, con valor y con verdad, cuando priva lo oportuno y lo que no arriesga. El cristiano, con su vida y entrega, tiene que ser buena noticia. Nuestra alegría es expresión de nuestra fe y manifestación de que el seguimiento de Jesús da plenitud y llena de sentido la vida.
La solidaridad y comunión con el que sufre nos hace abrazar su pasión y acompañarle en su camino, enviados por el Señor, con la fuerza de su Espíritu. Nunca somos motivo de desesperanza. La vida es algo muy serio, pero Dios está de parte del hombre. Esto es lo que celebramos y lo que proclamamos en cada Navidad.
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