domingo, abril 15, 2012, 03:50 PM - Otros
FIESTA DE SAN VICENTE FERRER, Patrón principal de la Comunidad Valenciana. 16 de abril de 2012. Día de precepto. Horario de misas de domingo.En nuestra diócesis de Valencia celebramos la fiesta de San Vicente Ferrer, como día de precepto, el lunes siguiente a la octava de pascua.
San Vicente nació en Valencia (en la calle del Mar está su casa natalicia, “el Pouet”) el 23 de enero de 1350, de una familia acomodada. Murió en Vannes el 5 de abril de 1412.
Fue bautizado en la parroquia de San Esteban, donde se conserva su misma pila bautismal. Muchos niños valencianos, por cariño y admiración al Santo, reciben allí el bautismo.
Hizo sus primeros estudios en Valencia. En febrero de 1367 tomó el hábito de la orden de Santo Domingo, y continuó sus estudios en Lérida, Barcelona y Toulouse hasta 1375. Fue un hombre muy inteligente, trabajador y estudioso incansable de la lengua hebrea, filosofía, teología, Sagrada Escritura.
Trabajó activamente para solucionar el cisma de Occidente y tuvo un papel decisivo en el Compromiso de Caspe en 1412.
Fue profesor, escritor, hombre de gobierno en su orden dominica; hombre de paz en la Iglesia y en la sociedad civil…pero sobre todo un predicador incansable del evangelio. Dicen que siempre predicaba en valenciano, su lengua materna, por todos los países de Europa que recorrió, y que todos le entendían. Resuelto el cisma de Occidente, se dedicó, como misionero itinerante, a predicar el evangelio por Europa y por muchos pueblos de la Comunidad Valenciana; son muchos los lugares que recuerdan su paso, su predicación y sus milagros.
Fundó el primer colegio del mundo en Valencia, el Colegio de niños huérfanos, que todavía existe y que es un milagro permanente del Santo; se le reconoció su poder como taumaturgo, al hacer muchos milagros ya en vida; se le reconocieron 860 según consta en su proceso de canonización. Le canonizó un papa valenciano, Calixto III en 1455.
En Valencia se le hace mucha fiesta. Los niños representan milagros del santo en los diversos “altares”, una especie de retablos medievales que se montan en las calles. Se celebra su bautizo, con el bautismo de un niño; muchos azulejos, en distintas calles, recuerdan sus milagros.
San Vicente es un santo que perteneció a una orden mendicante y que, con una gran sencillez, prefirió la predicación del Evangelio a desempeñar papeles importantes en la sociedad civil o en la Iglesia. Renunció a honores y distinciones, y trabajó por la paz y la unidad en la Iglesia y en la sociedad de su tiempo. Su gran pasión fue predicar a Jesucristo anunciando que volvería como Señor y Juez. Su motivación, la compasión y la misericordia, que ejerció con sus limosnas y milagros, conmovido por el sufrimiento de los pobres. En él tenemos un eficaz intercesor y un modelo claro de virtudes ejemplares, presencia evangelizadora en el mundo y misión pastoral desde la Orden y la Iglesia.
El nos recuerda la vocación a la santidad a la que estamos llamados todos los bautizados, y que hay muchas formas de vivirla, según nuestro estado, cualidades y circunstancias. Lo realmente importante es tener los ojos y el corazón puestos en Jesucristo, para quererle e imitarle, y buscar la gloria de Dios y no nuestra comodidad, interés o capricho. El celebrar a un santo tan grande y tan próximo, nos hace ver la santidad como una meta más alcanzable. También nosotros estamos llamados a ella. Además, los santos son frutos de la presencia del Espíritu en la Iglesia e instrumentos más útiles para el Señor.
Que San Vicente interceda por la Iglesia particular de Valencia y que nunca nos falten celosos predicadores del Evangelio.
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